CANTES DE IDA Y VUELTA

La primera edición de Vive Latino Zaragoza me pidió hacer un texto para el fanzine del festival. Yo escribí esto, espero que os guste:

Cantes de ida y vuelta. Eso es lo que me viene a la cabeza al escribir sobre la primera edición de Vive Latino en España. El flamenco que cruza a América, se integra, se transforma, regresa enriquecido y cambiado, abriendo paso a nuevos palos, a nuevos ritmos. La música salió ganando… Vive Latino, un festival consagrado allá, renace aquí, nueva semilla con nuevos colores, nuevos sonidos, pero todos al compás del nuevo corazón que ya se oye en Zaragoza. Festival de ida y vuelta, la música sigue ganando. 

Lo segundo que pienso es que tengo un recuerdo feliz de casi todos los grupos del cartel. Me viene la sensación al deshacerme, en compañía de un vino, oyendo Maligno de Aterciopelados “eres el hacha que astilló toda mi vida”, tocada, casi hundida; o tener la mejor Noche de Reyes gracias al directo de Café Tacvba en un frío Logroño tan lejos de casa; o saltar con el furor de la adolescencia, coreando con mis amigas y guardándolo con amor a la voz de Coque Malla. 

Tuvo que ser en Tesalónica donde viví la sorpresa inicial, y posterior extenuación, tras bailar y gozar, con mi primer acercamiento a la electrónicamariachicumbia del Instituto Mexicano del Sonido, 10 años ya….

Iván Ferreiro fue banda sonora de muchas noches en “mi casa de verdad”, sofá, mucho humo, mucha nostalgia y mucha sensibilidad. León Benavente me significan Madrid, mis amigos de allí, sus garitos, verlos en pequeñito, luego una sala más grande y otra más grande y desgañitarnos con las letras y el pellizco en el estómago por los bailes de Boba con sus teclados; amigas, sudar con las amigas. Empatizar con el técnico de sonido y los micrófonos volantes. Es lo que tiene el directo.

“Gimme Tha Power” me acompañó muchas noches, pero, recuerdo, en especial, un amanecer universitario sazonado con sólido, líquido y gaseoso; todos felices, el sol saliendo y sintiéndonos hermanados coreando letra y lucha con, nuestros nuevos amigos del otro lado, Molotov. Y fíjate, cuántos años después quizás podamos ver amanecer juntos. Tha Power de la música, el tiempo, el amor, la paciencia, el trabajo, la espera… 

A Sidonie los descubrí en una sala pequeña y sudorosa en Palma de Mallorca. Al principio de los principios. No podía creer la locura, energía, el impudor de esa música sideral y bowiniana. Pura fiesta, mucho calor, mucho rock, la sonrisa en modo Joker.

Pero, el primer recuerdo de todos es en el sofá de mis padres, el tocadiscos, la sonrisa de Mikel Erentxun en la portada. Los cascos, el piececillo al compás, el respingo del “es que no me oyes” de mi madre y la cena que se enfría…inocentemente llevo toda la vida abstrayéndome en un sofá, con unos cascos, con un pie dibujando infinitos, con mis manos buscando más información en el libreto, en la contraportada, en la pantalla… quién toca así, quién ha producido esto, quién quién… y quiero creer que ha sido esa otra parte, la intelectual, polizona de la disfrutona de la música, la que me ha permitido llegar a compartir escenario con estos protagonistas de mi vida. Oí a Santiago Auserón decir “¿para qué sirven los discos si no es para hacer amigos muertos?”. Vive Latino Zaragoza a mí me ha servido para ver mi nombre en un cartel con parte de mi vida. Moriría antes que defraudaros.

María Guadaña